TODO ESFUERZO TIENE SU RECOMPENSA

Es posible que te sientas identificada al leer mi historia, porque para cualquier emprendedor todos los comienzos son duros, ¡Y el mundo del Community Management no iba a ser diferente!.

Nací y me crié en Cáceres(Extremadura), una ciudad tranquila donde viví los mejores y peores momentos de mi vida. Comencé a trabajar desde jovencita a la vez que hacía formaciones para encontrar una salida laboral estable.

Al cabo de los años conocí a mi marido en esa maravillosa ciudad, y en esa misma fecha conseguí un trabajo estable que me permitió formarme en el sector de la alimentación, y sobre todo en la atención al cliente.

Debido a nuestros trabajos, los diferentes horarios y la distancia que nos separaba, estuvimos durante 5 años separados, y en nuestro caso, esa distancia nos unió más. Decidimos casarnos y por motivos laborales, nos vinimos a vivir a San Sebastián de los Reyes(Madrid), donde nos asentamos y formamos una familia. Nos adaptamos muy bien al cambio, Sanse es una ciudad tan tranquila como Cáceres y tiene mucho campo para realizar actividades al aire libre con nuestro pequeño. Queríamos que creciera en un ambiente similar donde nos criamos nosotros, sin ese ruido continuo de la gran ciudad.

Junto con mi marido, descubrí un mundo nuevo, lleno de alegría, ilusión y amor, mucho amor. Pero en este mundo, el tiempo es un bien muy escaso. Llegaba a pasar 9 horas fuera de casa a pesar de tener jornada reducida, y yo sentía que el poco tiempo que pasaba con mi familia no era suficiente. Mi pequeño crecía a pasos agigantados y cada día necesitaba más de mí. Fue en ese momento cuando me cambió el chip y comencé a tomar decisiones que se escapaban de lo que era mi zona de confort.

Así fue como comenzó mi emprendimiento.

Cuando estuve embarazada ya comenzaba a ver las cosas de diferente manera y en cómo podía ofrecerle un futuro mejor a mi hijo (como cualquier madre/padre, ¡claro!). Comencé a estudiar de nuevo para acceder a la universidad, y conforme pasaba el tiempo descubrí por casualidad esta profesión. Tomé la decisión de formarme como Community manager para poder ayudar a gestionar las redes sociales a otros negocios, y darles esa visibilidad necesaria para conseguir sus objetivos. Al ser una profesión desconocida para muchas personas, consideré que era una gran forma de darla a conocer a la vez que ayudaba y me labraba un futuro profesional donde yo era mi propia jefa, y podía dedicarle a mi hijo la atención que necesitaba.

Pasaba el tiempo y cada vez me adentraba más en este mundo. Comencé a descubrir un gran abanico de posibilidades, compañeras maravillosas y una gran fuente de inspiración y aprendizaje continuo que cada vez hacía que me enamorara más de esta profesión.

Hace poco realicé una mentoría muy potente que me ayudó a darle forma a mi negocio digital, y me impulsó a crearlo para hacer realidad un sueño. Un sueño donde poder conciliar con mi familia a la vez que crecía profesionalmente.

Dejar de lado la zona de confort y arriesgar por lo que más quieres es difícil, te enfrentas a muchos miedos, dudas…, pero a la vez, te da esa fuerza necesaria para conseguir tus objetivos. Tenía el apoyo de mi familia, pero aun así necesité mi tiempo para decidirme, ¡Había muchas cosas en juego!.

Cada día que pasa la motivación y la perseverancia te impulsan a no rendirte y a seguir adelante cueste lo que cueste.

Porque ¡nadie dijo que fuera fácil!, pero, ¿quién me iba a decir que iba a llegar hasta aquí?

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